6 de enero de 2012

Reír es gratis, ¿no?

Ríete hasta que te duela el pecho. Ríete a pesar de no tener motivo para hacerlo. Ríete de los problemas. Ríete de ti mismo. Ríete de tus amigos, sin ofender. Ríete de aquel que se niegue a ser feliz. Ríete de la vida. Ríete cada vez que te equivoques. Pero sobre todo, comparte tu risa con aquel que lo necesite; siempre habrá alguien que no encuentre un motivo para sonreír. Si es así, enséñaselo. Enséñale que la vida es bonita. Que todo lo negro tiene su parte blanca. Que no siempre detrás de una tempestad viene la calma al instante, pero viene. Que nada ni nadie tiene el derecho de quitarnos la sonrisa, y si es así, solo es porque nosotros le otorgamos ese derecho. Que la vida es un caer y levantarse continuo. Pero que aún así, nos ayuda a aprender de nuestros errores, a apreciar lo que tenemos y, sobre todo, a reírnos de todo lo que nos rodea. 
La felicidad también es gratis. Vale que nos cueste conseguirla, pero no es imposible. Eso sí, cuesta alcanzarla. Pero al final, ese gasto es recompensado. Pero cualquier cosa que se haya hecho sin esfuerzo no vale la pena. Así que, después de todo aprendí que la vida son dos días: uno para reírte de todo y otro para recordar aquello de lo que te has reído el día anterior y volver a reírte de ello ;)



1 comentario:

  1. esta también me gusta! la verdad es que para momentos de bajon viene bien leerla ;)

    ResponderEliminar