31 de agosto de 2012

Últimamente, lo único que la sociedad cumple son años.

Incumplir promesas que es, ¿la última moda? No lo entiendo. "No te voy a olvidar, te lo prometo". Y te olvidan a los 2 meses. "No dejaré que nada te pase, te lo prometo". Y luego son ellos los que te dan la puñalada más fuerte. A ver, es que no lo entiendo, ¿cuándo se ha vuelto la sociedad así? Que yo sepa, cuando alguien te promete algo, se compromete a cumplirlo; no a darte una puñalada en cuanto te giras a estornudar. La sociedad va a peor, y esto es así. Hoy por mi, mañana por mi también. Y, por mucho que nos duela, es así. 

27 de junio de 2012

Deja que se enamoren de tus defectos.



La gente siempre te juzgará, no importa lo que hagas. Te juzgarán por tu físico. Por tus gustos, ya sean musicales, alimenticios, sobre libros... por tus gustos en general. Te juzgarán por la ropa que llevas. También te juzgarán por tu manera de hablar, pensar o caminar. O incluso llegarán a juzgarte por tu forma de mirar. ¿Sabéis? Estoy harta de esta sociedad, en la que lo más importante es la opinión de los demás. En la que tenemos que ser chicas delgadas, guapas y altas para caer bien a la gente, sin importar nuestra personalidad. ¿De qué nos vale buscar la perfección? La perfección no existe y, aunque existiese, nos criticarían por ser perfectos. La gente cree que las personas son robots que funcionan con un mando a distancia. Un mando que controla todo a la perfección, que se preocupa de absolutamente todos los detalles, sin dejar ningún margen a error. En esta vida puedes hacer 134156165 cosas buenas pero, en el momento que cometas un error, ¡plof! se acabó.
Estoy harta de esta sociedad, os lo juro. No tengo una belleza excepcional. Quizás no sea lo suficientemente alta. Ni lo suficientemente lista. Y no me gusta lo que le gusta a todo el mundo pero, ¿sabéis qué  SÍ soy? Soy yo misma, con mi personalidad, mis virtudes y mis defectos. Recordad que si cambiáis para que  los demás os quiera, acabaréis por no quereros a vosotros mismos.


------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Ante todo, quiero pediros disculpas por tener el blog tan abandonado. El curso me ha matado cualquier gota de inspiración que pudiese quedar, espero que no hayáis dejado de leerme. Aquí os dejo otra entrada y espero que os guste <3

1 de mayo de 2012

It's got me stuck between my fantasy and what's real.

Tell myself I'll stop everyday, knowing that I won't. I got a problem and I don't know what to do about it. Even if I did I would quit but I doubt it. I'm taken by the thought of it, and I know this much is true. You have become my addiction, I'm so strong out on you. I can barely move but I like it. And it's all because of you. Never get enough, cause you're the sweetest drug. I know i should stay away from 'cause its no good for me. I try and try but my obsession wont let me leave.

13 de abril de 2012

Una sonrisa. Sólo una.

Me basta una sola sonrisa tuya para cambiar mi estado de ánimo, para hacer que estos días nublados se tornen los más soleados que jamás se hayan visto. Pero por favor, no me sonrías y me mires a la vez a menos de 10 centímetros de mis labios, porque me enamoro.  

1 de abril de 2012

What doesn't kill you, makes you stronger.

Si es que somos masoquistas ¿eh? No nos basta con tropezar una vez con una piedra, tendemos a caer 132165136 veces con el mismo bache. Quizás el problema no sea ese. El problema está en que sabemos que está ahí y, a pesar de ello, volvemos a emprender un camino donde sabemos que nos lo volveremos a encontrar. Parece que nos gusta sufrir. No nos basta con que nos hagan daño una vez, sino que hay que repetir. Claro está que en eso se basa la vida, en caer y levantarse. Y aprender. Y rectificar lo que un día hemos hecho mal. RECTIFICAR, joder, ¿por qué seguimos dándolo todo por personas que nos hacen daño con tan solo abrir la boca, por qué? Si lo digo ahora es porque lo he experimentado y porque sé lo que es, y duele. Perder a una de las personas que más quiero en este mundo me ha hecho reaccionar y darme cuenta de que, aunque yo esté ahí en las buenas y en las malas, la amistad se acaba. El amor se acaba. Incluso el soñar acaba terminando algún día. Aunque bueno, supongo que habrá que hacer caso a eso deIf you fall seven times, stand up eight’. 


29 de marzo de 2012

Si te pierdes, encuéntrate.

Nuestra vida es como un laberinto de pensamientos, ideas y sentimientos. Parece que tenemos las cosas claras, pero en algún momento el camino se bifurca y nos perdemos entre nuestras propias reflexiones. Somos capaces de hacer de un pequeño detalle un gran problema. De un grano de arena, una montaña. Y así nos vamos ahogando en un vaso de agua hasta que llega la gota que lo colma y explotamos. Entonces empiezas a ver que todo va mal, que lo que hace un día te hacía la persona más feliz del mundo, ahora se convierte en tu peor pesadilla. Pero es que en el fondo, somos nosotros los culpables de que nos pase todo esto. Nunca nos conformamos con lo que tenemos; siempre queremos más y más. Y es que, somos demasiado caprichosos. No podemos pedirle a la vida muchas cosas y no dar nada a cambio, hay que dejar un poco el egocentrismo y centrarse en lo que realmente merece la pena en esta vida. Porque, no podemos pedirle peras al olmo, debemos conformarnos con lo que tenemos, y si no es posible… pues debemos dejarlo estar. Yo soy una de las partidarias de la frase ‘Si de verdad quieres algo, déjalo ir. Si realmente te pertenece, volverá’. Me parece que es una frase perfecta. Y es que, tiene toda la razón. A veces nos obsesionamos tanto con algo que no nos paramos a pensar que en realidad no nos corresponde, no es ‘nuestro’, pero aun así, insistimos, e insistimos. Si alguien desaparece de tu vida y no vuelve,  quizás no valía tanto la pena. Odio que la gente prometa un ‘para siempre’ como si fuera algo que se dice cada día. Odio que se prometan cosas que se sabe que no se van a cumplir. Odio las falsas esperanzas. Pero sobre todo, odio los días en los que la que se pierde en ese laberinto y se ahoga en un vaso de agua, soy yo. Hay cosas que se solucionan con una simple sonrisa que te dedique alguien especial. Porque a veces sobran las palabras. Yo pienso que las cosas no deben decirse, sino demostrarse. Porque cuando se hacen, se dicen solas. Hay otras que se arreglan con un buen consejo de alguien sabio, sea  joven o viejo. Un buen consejo que se haya dicho con el corazón, siempre será bienvenido y te servirá para algo.
Es importante no perder la calma ni las esperanzas. Hay que pensar que todo va a salir bien. Todos los laberintos tienen salida, solo hay que saber encontrarla ;)

18 de marzo de 2012

Jamás de los jamases dejes que nadie te derrumbe. Jamás.

Claro que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad. Y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Porque es que no importa cuántas veces te cambies de peinado o a cuantos gimnasios te apuntes, o cuantos vasos de whisky te tomes con tus amigas, porque sigues acostándote todas las noches y repasando los detalles de todo lo que hiciste mal o pudiste malinterpretar, y en cómo en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso llegas a convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta. Y después de todo eso, y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio, y vas recomponiendo tu alma… pedazo  a pedazo. Y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado, empiezan por fin a desvanecerse. 

Vive, pero que se note.


Los momentos que más te hayan marcado en la vida son recuerdos, los demás son experiencias. Mantén tus experiencias vivas y no las conviertas en recuerdos. 

11 de marzo de 2012

You always find somebody who makes you change your ways.


No me da la gana tener que echarte de menos. Porque no. No me apetece nada que seas la razón de mis sonrisas. Ni que me mires de esa manera. Ni que me abraces tan fuerte hasta hacer que muera de amor. Ni que, bueno, ni que me sonrías a 5 centímetros de mi boca. Porque no aguantaré las ganas de besarte. Así que, tú decides. 

25 de febrero de 2012

Bob Marley dijo:

Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres, y vosotros dos nunca seréis perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y comete errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que tú puedas darle. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enfadar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá la que es perfecta para ti.



Echarte de menos no entraba en mis planes.

Lo bonito de echar la vista atrás al pasado es recordar a las personas que siempre estuvieron allí cuando las necesitabas. Pero desgraciadamente, siempre aparecen recuerdos sueltos de aquellas que estuvieron durante un tiempo y se marcharon. Y siempre, siempre, acabas echando de menos a quien menos se lo merece.

20 de febrero de 2012

Carnaval.

Esas fechas donde no te importa como sales a la calle. Salir de payaso, de policía, de gato, de pavo, de rana, de mono, de Caperucita... ¡y millones de ideas más! sin importarte el qué dirán, los comentarios y otras cosas. Puedes vestir como te de la gana porque sólo se oirán risas hablando de la originalidad de tu disfraz. Disfruta del carnaval y vívelo de diferente manera cada año. Es una experiencia única para pasártelo en grande, reír y aprovechar el momento.  
Aquí os dejo mi disfraz de este año, no es gran cosa... pero algo es algo ;D

18 de febrero de 2012

La vida va de sensaciones.

¿Sabes esa sensación de sentir que ya no hay vuelta atrás? Esa sensación en la que sientes que te arriesgas a lo evidente. Es… esa sensación de pasar a lado de esa persona y no ser capaz de mirarle a los ojos cuando te habla. No ser capaz de hablarle sin sonreír mientras agachas la cabeza. No ser capaz de controlar el vuelco que toma tu corazón cada vez que le ves; empieza a latir más fuerte que nunca, sientes que se te va a salir del pecho con que tan solo te sonría, que te mire… Todos dicen que estos son los primeros síntomas de enamoramiento, que todo esto suena a clásico enamoramiento. Yo sé que pronto podré decir que estoy enamorada, clásicamente enamorada. Ni siquiera sé si me gusta la idea. No, no lo sé. Pero lo que si sé es que cuando pase, no me rendiré. Nunca me he rendido con nada, me considero una persona luchadora. No hay mayor satisfacción que alcanzar un sueño. Es algo muy gratificante. Algo fantástico. Esa felicidad que recorre cada uno de los poros de tu piel. Maravilloso.Y tengo una corazonada que me dice que esta vez será posible alcanzarlo, lo siento. O al menos, si no es así, yo quiero creer que si lo es. Nunca voy a perder las esperanzas ni a tirar la toalla, porque… como decían en la película ‘Cartas para Julieta’: Nunca es tarde para un amor, pase el tiempo que pase

15 de febrero de 2012

14 de Febrero.

Sí, ayer fue San Valentín. ¿y qué? ¿Tenemos que esperar a un maldito de día del año para demostrar lo que sentimos durante todo el año? No creo que haya un día específico al que haya que llamarlo 'día de los enamorados' porque todos los días es el día de los enamorados. Mientras yo escribo esto hay millones de personas amándose en este momento. Diciéndose que se quieren, y que lo suyo es para siempre. Cuando estamos enamorados siempre creemos que lo nuestro será para siempre, hasta que se acaba. Y, bueno, no es que odie San Valentín ni mucho menos, me gusta. Pero pienso que el amor se debería demostrar los 365 días del año (o 366, en el caso de éste) Así que, si quieres a alguien díselo cada día, no esperes a que sea 14 de Febrero para darle regalos y besos. Ni para decirle que le quieres. Ni para demostrarle que te mueres por él/ella. Ámale, ámale, ámale... incluso si no es correspondido. Pero ámale siempre.

3 de febrero de 2012

Eres demasiado perfecto.

Es increíble. De verdad. Aunque tenga un día horrible, aburrido y en el que no tenga ganas de nada, apareces tú. Basta con que me sonrías, o que me mires. Nada más. En ese momento, justo ahí mi día vuelve a cobrar sentido y a cubrirse con un manto de color. Es un acto involuntario, lo prometo. Por más que lo intento no puedo hacer nada. Mi mente inmortaliza cada una de las veces que sonríes, cada milímetro de tu boca queda grabado en mi cabeza y la imagen se va repitiendo a lo largo que pasa el día. Así día tras día. Y es una sensación increíble. Sí, me encanta tu sonrisa, de hecho es la más bonita que he visto en mi vida.


23 de enero de 2012

Cuando le damos demasiado valor a una persona , nos arriesgamos a perder el nuestro.

Hay veces en el que nos centramos tanto en una persona, que nos olvidamos de todo lo que hay alrededor. Creamos una distorsión de la realidad inmensa. No sabemos lo que queremos. Aquello en lo que te centras se vuelve una obsesión. Como un cigarro para un fumador, o unos labios que se quieren tanto que no pueden dejar de besarse, ni aunque lo intenten. Una auténtica adicción. Es esa necesidad de verle a todas horas, de besarle, de abrazarle y no soltarle. Es... algo increíble. Aunque siempre aparece algo que te hace dudar, y ya no todo es TAN bonito. Empiezas a desconfiar y a preguntarte a ti misma: ¿será cierto todo esto, o es demasiado bonito para ser verdad? Pero no por ello deja de ser bonito. Aun así, es mejor no ilusionarte nunca demasiado con nada.

17 de enero de 2012

Todo tiene su límite.

¿Cuántas veces hemos dicho "ni una más, se acabó"? Muchas, ¿verdad? Pero aun así, seguimos; y luchamos; y damos la cara por las personas que queremos. Somos capaces de perdonar cualquier cosa con tal de mantener a alguien a quien queremos en nuestra vida. Porque por eso perdonamos, porque no queremos perder a alguien que significa tanto para nosotros. Pero, ¿vale la pena realmente? Pienso que todo tiene su límite. Que todos tenemos derecho a que nos respeten y a que nos tengan en cuenta. A que nos escuchen cuando lo necesitamos tal y como hacemos nosotros. Que nos demuestren cuando nos dicen un "te quiero". Las personas tenemos sentimientos y quizás eso sea lo más importante que nos diferencia de las piedras; así que a más de uno/a ya le valdría empezar a tener ese factor en cuenta.

15 de enero de 2012

A veces la calidad de lo que hacemos depende de la calidad con la que vivimos. De la perspectiva que le demos a nuestra vida. De los horizontes que nos propongamos alcanzar. De las personas que conocemos, o más bien de las que conservamos en nuestras vidas sin un motivo concreto. De las veces que sonriamos. De las que sepamos rectificar de nuestros errores y maduremos.  
No todos ven la vida desde el mismo ángulo. Unos la verán como un camino lleno de obstáculos. Otros la verán como una continua fiesta. Aquellos otros pensarán que la vida es como esa sensación de dejarse caer al vacío sin saber lo que te vas a encontrar al final; pero que te dejas caer sin miedo, con confianza. Sabiendo que al final de la caída te esperan unos brazos para protegerte del golpe y  abrazarte por detrás. Pero nunca, jamás, sabrás si esa persona que te ha ayudado a levantarte después de esa caída es la más adecuada. Puede que en ese momento lo sea. O quizás no. Así que puedes tomar la decisión de no lanzarte al vacío por miedo a lo que pueda pasar luego, o puedes confiar y dejarte caer, caer y caer sin importarte quien te espere ahí abajo; puede que encuentres a la persona apropiada al terminar tu aventura o en cambio, si no es así, siempre tienes la opción de dejarte caer al vacío accidentalmente hasta dar con la adecuada. Porque a la persona que buscamos no se encuentra a la primera así, sin más. Y es que, mientras llega la persona apropiada, ¿Por qué no rectificar, disfrutar y aprender con las equivocadas?

14 de enero de 2012

 Siempre he odiado los días como hoy. Esos días en los que lo echas absolutamente todo de menos. Echas de menos el pasado, por mucho que duela. A tus amigos. Tu antigua ciudad y tu antigua casa. Las cosas que solías hacer y que has dejado a un lado. Ver el sol todos los días... En los que le echas de menos a él. Él es esa persona que es capaz de hacerte sonreír a cualquier hora del día sin saber que, de vez en cuando, esas sonrisas se convierten el lágrimas por pura impotencia. En los que sientes que ya no vale la pena seguir luchando por lo que quieres. Que las esperanzas se desploman. Y es que, ¿por qué luchar por algo que nunca va a ser posible? Y aún así lo sigues haciendo día tras día. Por puro hábito, porque no te queda otra opción; y porque le quieres. Más que a nadie. Pero eso a veces importa más bien poco. Dicen que nada es imposible, pero hay cosas que no están a nuestro alcance por mucho que nos levantemos después de habernos caído miles de veces intentándolo. Porque soñar, imaginar y creer son cosas totalmente fáciles de hacer y no cuestan nada, pero a veces eso no nos llevan a ninguna parte. A veces nos resistimos a decir esas dos palabras. Dos palabras que ocultan miles de sentimientos. Miles de ilusiones. De decepciones. De esperanzas. Y más de una vez de derrotas. A veces somos incapaces de pronunciar un "te quiero" por pura cobardía, porque tenemos miedo. Miedo a recibir por respuesta un "yo no". Y ¡qué más da! Ahí no se acaba el mundo ¿no? Pero es que dicen que una vez que nos enamoramos nos convertimos en mentirosos. Pero no mentimos para hacer daño; simplemente lo hacemos por miedo a perder a esa persona a la que tanto quieres.
Todavía no he conseguido entender cómo dos palabras tan "sencillas" a simple vista, pueden hacerte la persona más feliz del mundo o, en cambio, joderte la vida por completo.



En la juventud aprendemos, en la madurez entendemos.

Hay cosas que queremos que no pasen pero debemos aceptarlas. Cosas que no queremos saber pero debemos aprender. Como también hay personas que no podemos vivir sin ellas pero debemos dejarlas ir.
El que quiere que le extrañen, se arriesga a que le olviden.

6 de enero de 2012

Reír es gratis, ¿no?

Ríete hasta que te duela el pecho. Ríete a pesar de no tener motivo para hacerlo. Ríete de los problemas. Ríete de ti mismo. Ríete de tus amigos, sin ofender. Ríete de aquel que se niegue a ser feliz. Ríete de la vida. Ríete cada vez que te equivoques. Pero sobre todo, comparte tu risa con aquel que lo necesite; siempre habrá alguien que no encuentre un motivo para sonreír. Si es así, enséñaselo. Enséñale que la vida es bonita. Que todo lo negro tiene su parte blanca. Que no siempre detrás de una tempestad viene la calma al instante, pero viene. Que nada ni nadie tiene el derecho de quitarnos la sonrisa, y si es así, solo es porque nosotros le otorgamos ese derecho. Que la vida es un caer y levantarse continuo. Pero que aún así, nos ayuda a aprender de nuestros errores, a apreciar lo que tenemos y, sobre todo, a reírnos de todo lo que nos rodea. 
La felicidad también es gratis. Vale que nos cueste conseguirla, pero no es imposible. Eso sí, cuesta alcanzarla. Pero al final, ese gasto es recompensado. Pero cualquier cosa que se haya hecho sin esfuerzo no vale la pena. Así que, después de todo aprendí que la vida son dos días: uno para reírte de todo y otro para recordar aquello de lo que te has reído el día anterior y volver a reírte de ello ;)



2 de enero de 2012

Jámás hagas promesas cuando estés feliz.

Las apariencias podrán decir lo que quieran, pero el tiempo y el destino son los que deciden. Intentas ver lo que tienes delante de los ojos pero cuando uno tiene los ojos vendados, es imposible. Siempre está ahí la rabia de tener que afrontar una realidad estúpida, y el puto orgullo siempre está ahí para amargarnos la existencia. Nunca un "para siempre" dura para siempre, por mucho que nos duela. Siempre pasa algo que hace que todo se acabe y que tengas que empezar de nuevo. A lo largo de nuestra vida tenemos que tomar decisiones importantes, creyendo que es lo correcto en ese momento, aunque a los dos segundo y medio nos arrepintamos de haberlo hecho. No hay manera más grande de arrepentirse que cuando cometes un error sabiendo que lo estas cometiendo, sabiendo las consecuencias que trae consigo después. Haces cualquier cosa para ser feliz y cuando menos te lo esperas ves que ya no queda nada. Lo que un día te hizo ser feliz llega un momento en que te amarga la vida, te agobia y te hace pasar de todo. Y ese el momento en el que decides cambiar, y empezar de nuevo. Y es justo ahí, cuando te das cuenta deque de nada sirve prometer cuando estamos felices porque luego comprobaremos que nos estábamos engañando a nosotros mismos. Yo siempre me conformo con decir "que ésto dure mucho tiempo" y ya. Por si acaso, nunca se sabe lo que te trae la vida...